Es tradición en Barcelona iniciar el calendario anual de 10k con la tradicional cursa de Sant Antoni que, coincidiendo con la celebración de las fiestas en honor al patrón de los animales, se celebra por las calles del barrio de "Sant Antoni" de esta fantástica ciudad.
Esta era la cuarta competición de la temporada y, aunque corto de preparación para una prueba tan rápida como un 10.000, la intención era probarnos para ver que tal día teníamos. Tengo que reconocer que el hecho de poder entrenar bastante a menudo con Rafa nos ayuda a ambos a mejorar y, más en concreto, en la carrera a pie estamos consiguiendo incrementar nuestras prestaciones en un segmento donde ya de por sí tenemos un muy buen nivel, pero también está claro que no podemos fiar nuestras prestaciones al azar o a la soltura con la que solemos correr.
Está claro que cada carrera es una historia y que un 10.000 siempre va a ser agónico porque desde el primer hasta el último metro has de poner tu cuerpo al límite y para conseguir eso has de prepararlo, ni que sea durante cinco minutos. Por desgracia Rafa y yo llegamos a la línea de salida dos minutos antes de que arrancara la carrera sin haber calentado y cinco minutos antes aparcábamos la moto, y de ahí a boxes. !Casi nada¡, . En fin...¡vaya dos!. La verdad es que no sabía como reaccionaría ya que era el primer 10.000 de la temporada a darlo todo, sin haber trabajado la velocidad con series cortas y con las piernas un poco castigadas por el entrenamiento del día anterior y el volumen acumulado durante el "stage" en Lanzarote.
A las nueve y media, con puntualidad, se da el pistoletazo de salida y allá que me encuentro con una salida limpia, sin muchos golpes pero, desde la primera zancada, con la certeza de que se me iban a hacer largos los 10 kilómetros. Rafa enseguida me toma unos metros de ventaja que ya no trecuperaría. Ya nos conocemos y sé que el siempre sale muy bien y apretando. Pasamos el primer kilómetro en 3:22 y pienso "¿dónde me he metido?", pero ya puestos decido darlo todo y ver hasta donde llegamos, saber hasta donde puede llegar mi cuerpo. El segundo kilómetro lo hacemos más lento pero las sensaciones siguen siendo igual de negativas tirando mucho de cardio al notar que las piernas no van. Además esa falta de fuerza hace que no pueda cogerme a ningún grupo ya que no soy capaz de seguir ningún ritmo. Rafa me ha cogido unos metros más pero decido no apretar y esperar a ver como evoluciona la carrera.
Así van pasando los kilómetros hasta el cinco donde marcamos un crono de 17:26. En ese momento pienso que abandono, que mis piernas no van, que la segunda vuelta al circuito va a ser un infierno y que voy, para lo que en mi es habitual pasadísimo de pulsaciones ya que normalmente en una prueba así me muevo en torno a 159-160 ppm y el Suunto no baja de 166 ppm. Pero por suerte mi afán de mejora y espíritu de sacrificio triunfa y decido morir matando y seguir hacia delante. Los ritmos han bajado mucho y me queda en la memoria el camino entre el kilómetro 6 y el 7 que vas subiendo la "Avinguda del Paral.lel" con una ligera pendiente que te destroza. Pasado ese punto, el kilómetro 7, te das cuenta que ya no vale la pena abandonar, que has llegado hasta ese punto y que, aunque a Rafa ya no lo veas y sigas sin poder cogerte a ningún grupo sabes que para mejorar tienes que sufrir, que no hay victoria sin sufrimiento y que todo esto forma parte del plan para llegar en condiciones a Lanzarote. Así, con estos pensamientos consigo cruzar la línea de meta en 35:46, mejor marca personal y con la confianza de que estás yendo por el buen camino.
Rafa llego 30 segundos antes que yo con las mismas sensaciones pero contentos por ver que los entrenamientos con Josh están sirviendo para mejorar y ponernos a punto como toca. Ahora ya hay que pensar en sub 35'....
Hoy subimos un poco la temperatura de la lista de spotify con una de las bandas piioneras del movimiento punk del 77 en el Reino Unido como son "The Damned" y su "Melody Lee" del LP "Machine Gun Etiquette".
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